Introducción al blog


Muchas veces en mi vida, por elección o por circunstancias externas a mí, tuve que mudarme y comenzar de nuevo en otro lugar.

La primera vez, no entendía por qué tenía que mudarme si mi vida era perfecta donde vivía, ahí había nacido y se encontraba todo mi mundo.

Han pasado casi veinticinco años desde la primera vez y hoy agradezco infinitamente a mis padres que me dieron la oportunidad de expandir mi mundo.

Después de la primera vez, como en esta bella imagen aparece con frecuencia en mi interior las ganas zarpar para explorar un nuevo lugar sin miedo a que pueda pasar. 

Así he podido conocer y vivir en siete países diferentes de América, Asia y Europa y puedo decir con certeza que soy quien soy gracias a esas experiencias.

Al igual como el amor aparece de repente, cuando menos te lo esperas, la escritura apareció un día en mi vida, tal vez demasiado tarde o quizás a la edad perfecta para tener al menos algo que contar.

O tal vez, la escritura me encontró a mi porque lo necesitaba más que otros.

En este blog compartiré historias de mi vida pero, sobre todo, te contaré cómo es que comencé a ser libre. 

Libre de dejar todo lo que tienes e incluso lo que no tienes.

Y como en diferentes ocasiones he podido elegir y decidir cómo llevar mi vida, a dónde ir, cuándo y cuanto.

Y parecería que el viaje es parte intrínseca de mi, porque cada vez que llego a un maravilloso lugar después de un tiempo es como si la vida me pusiera a prueba y una vez más aparece el deseo de intentarlo de nuevo y explorar otro rincón más.

Aún así, creo que la verdadera libertad no tiene nada que ver con la capacidad de mudarse, sino con la capacidad de ser tu misma y confiar en tus sueños más profundos.

Libre de no ser condicionada o manipulada por las masas y sobre todo: no tener nada que ver con ningún apego, ni sentimental ni material.

Fácil de lograr cuando le das el valor correcto a lo que realmente es importante para ti y entiendes que amar no es poseer y que las personas que te valoran verdaderamente permanecerán en tu corazón y estarán siempre sin importa el tiempo que lleves sin llamar. 

Y quién te ama cómo pareja caminará junto a ti sin importar a dónde van o que sucederá.

Así, he elegido vivir en varios lugares de Sudamérica, en la ciudad barroca de Guanajuato, Patrimonio de la Humanidad en México. 

Narrare mi estancia por Florencia, ciudad del Renacimiento, dónde viví varios años en medio de los campos de la Toscana a tan solo quince minutos de "Porta Romana" rodeada de olivos, viñedos, venados, jabalís y el sonido de las aves y el viento dónde inicie esta aventura de la escritura.

Y contaré cuando viví en las faldas de la montaña Uchumachi en Bolivia y apareció un puma negro en mi camino. O los meses que vivi en las islas Moluku de Indonesia y la isla tailandesa más turística jamás vista de Ko Phangan.

Narrare mi paso por la paradisíaca playa del Océano Pacífico de Oaxaca, Zipolite dónde la vida me ha llevado varias veces ya. Contaré mi estadía en Estacahuite cerca del puerto pesquero de Puerto Ángel en México dónde pasaba más tiempo en el mar que en la tierra en mi amada barca endurance. 

O la primera vez que viví en la maravillosa playa blanca de Tulum en el Caribe donde el tiempo parecía no existir y cuando después de meses de estar observando la inmensidad del mar y su belleza desbordante pensé necesito unas vacaciones. 

Contaré mi aventura en la isla de la Sardeña dónde regrese una segunda ocasión y como el hecho de no poder comunicarme al principio en otra lengua me hizo instintivamente pintar y recordar una de mis pasiones de niña que había dejado en el olvido.

Narrare mi paso por el Adriático en la parte del Abruzó hace muchos años atras y cuando en mi adolescencia tuve la oportunidad de hacer un intercambio de danza en la maravillosa y querida Cuba donde encontre gente culta por todas partes y dónde la música y el baile vibraban sin parar.

Escribiré mi paso por la selva amazónica y lo que significó poder vivir, explorar e investigar a la tercera tribu más importante de Perú llamada Shipibi-conibo y mi experiencia con la Ayahuasca dónde sin duda hay un antes y un después y dónde sé con certeza empezó mi crecimiento espiritual. 

No tengo idea de si estos relatos realmente puedan comunicar lo que he vivido y visto con mis ojos, pero puedo decir que la riqueza está dentro de nosotros, en nuestra experiencia más profunda y banal. En nuestros éxitos y fracasos y que no hay una receta para ser libre.

Basta saber caminar humildemente y entender que todos somos responsables de crear un mundo mejor y que debemos aprender a encontrarnos bien en todas partes, a tolerar a los demás y a agradecer la vida y comprender realmente quiénes somos sin una etiqueta sin nombre y sin límites.

Y sin duda, hoy lo puedo decir la verdadera libertad reside en el poder escucharme y saber cuál es el momento de soltar todo lo que tienes material y emocional (porque hay un ciclo que cerrar). 

Ello, ha hecho tener que explorar nuevas capacidades en mi que ni siquiera conocía y me ha dado la posibilidad de iniciar de nuevo plenamente sin miedo a lo que vendrá pero esa es otra historia para ser libre.


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares